Alquiler De Yates en Seychelles

Comienza tu viaje en la increíble isla de Mahe, la capital de las Seychelles. A los que tengan el lujo de contar con tiempo suficiente se les aconseja llegar a Mage antes de que comience el fletamento del yate para pasar un día tremendo recorriendo las sinuosas carreteras de montaña y de la cosa de la isla, haciendo una parada para darse un baño y disfrutar de una larga comida en el complejo Banyan Tree.

Por mucho que pueda llegar a apetecerte quedarte en Mahe, la aventura te espera en las islas de los alrededores, por lo que ve a tu yate en el puerto deportivo de Eden Island y realiza un paseo rápido hasta el Sainte Anne Marine Park, disfrutando de una comida elegante en la cubierta con el intenso mar y la selva como telón de fondo de las Seychelles.

Levántate para tomarte un desayuno de ensueño en la cubierta de la isla Moyenne, el parque nacional más pequeño del mundo y hogar de 120 tortugas gigantes y una apabullante variedad de árboles y pájaros tropicales.

Sal de este pequeño jardín del Edén para subir a bordo de nuevo y hacer un corto viaje hasta la Digue, una isla eterna de una belleza mítica. En La Digue, los carros tirados por bueyes serpentean por los caminos de arena, los carriles para bicicletas atraviesan las tradicionales plantaciones de cocoteros y los peñascos gigantes se ciernen sobre las playas de ensueño.

L’Anne Source D’Argent es la isla más famosa de todas, considerada como la más fotogénica de las Seychelles y probablemente del mundo entero. Pasa una tarde relajándote en la arena blanca, a la sombra de las imponentes rocas y las largas y delgadas palmeras que se ciernen sobre el agua, cuyas verdes hojas contrastan fuertemente con el color del mar.

Otro día, otra isla paradisíaca. Despiértate, refréscate con un baño en la parte de atrás del yate y echa un último vistazo al espectacular paisaje rocoso de Digue, antes de que el capitán zarpe hacia la verde y montañosa Praslin.

Ponte los zapatos para caminar y visita el Valle de Mai, un bosque tropical primigenio encaramado a la montaña reconocido por la UNESCO. Pasea relajadamente, observando con asombro los espectaculares árboles de coco de mer, buscando orquídeas de vainilla en la oscuridad de la selva y escuchando el canto de los pájaros aposentados en las copas de los árboles.

A la mañana siguiente la diminuta isla de San Pedro surge como si fuera un sueño: un conjunto de rocas de granito y algunas palmeras solitarias crean un escenario de una isla desierta que parece sacada de la novela de Robinson Crusoe. Desayuna anclado aquí, observando una de las vistas más hermosas, y después tírate desde la borda para bucear en los formidables arrecifes de coral situados bajo las rocas, observando los bancos de peces payaso, jureles y fusileros que nadan en las aguas iluminadas por los rayos de sol.

Y la belleza sigue y sigue llegando, en lo que todos los pasajeros suben de nuevo al yate y se ponen en dirección hacia la increíble playa de arena rosa de Big Sister Island, donde la tripulación preparará una barbacoa en la playa, con mesas de tela blanca que se alzarán en una arena tan fina que sentirás que tienes talco para bebés bajo tus pies. Uno podría acostumbrarse a vivir así.

Pasa la mañana en Curieuse, una reserva biológica intacta que en su día fue casi destruida por la acción del hombre. Actualmente, la isla vuelve a estar cubierta por una vegetación exuberante, palmeras de coco de mer y manglares, lo cual la convierte en un ecosistema privilegiado para las 500 tortugas gigantes que habitan aquí y los muchos cientos de aves.

La geología de roca rojiza de la isla, haciendo contraste con el paisaje verdoso, hace que Curieuse sea un lugar increíble para visitar, con espectaculares senderos a lo largo de escarpados acantilados de granito y junto a las ruinas de una antigua colonia de leprosos. Otros lugares interesantes son las villas coloniales, los lugares de anidamiento de las tortugas carey y, especialmente, las despampanantes playas de arena roja, a la sombra de los árboles takamaka que brillan sutilmente con la brisa marina.
Tras la comida, toma el crucero de corta distancia de 16 kilómetros hasta la reserva natural de Aride, uno de los hábitats de aves marinas de mayor importancia del Océano índico y hogar de plantas que no se pueden encontrar en ninguna otra zona del mundo.

Sal temprano hacia Cousin Island para aprovechar totalmente tu último día completo de fletamento en las Seychelles. Cousin Island cuenta con otra reserva natural, y es el lugar de cría de tortugas carey de mayor relevancia de todo el Índico occidental, además de un hábitat para una variedad de aves, como las currucas de las Seychelles, los frailecillos y los charranes. La reserva natural también va mar adentro, lo que la hace un lugar excelente para el buceo y el esnórquel para aquellos que quieran explorar el arrecife de granito Roche Canon y nadar con tiburones nodriza y de arrecife.

Cuando caiga la tarde, vuelve a Praslin, donde el yate echará el ancla en Anse Lazio, que tiene la consideración de ser la playa más bonita y famosa de la isla, conocida por sus increíbles puestas de sol. Pasa la tarde nadando y jugando con los juguetes acuáticos antes de desembarcar en Bon Bon Plume, el bar y restaurante de playa idóneo para ver la puesta de sol en tu aventura en las Seychelles.

Concluye tu mañana con un baño pronto y un paseo por la playa antes de disfrutar de un largo almuerzo en la cubierta mientras tu yate zarpa de vuelta al puerto deportivo de Eden Island, donde desembarcarás. Por la tarde, mirarás por la ventanilla con nostalgia en lo que el avión en el que vas surca el cielo, muy por encima de esas tranquilas islas rodeadas de playas de arena suave y mares azulados y verdosos.