ALQUILER DE YATES POR AMÉRICA CENTRAL

Costa Rica, un país de América Central escarpado y selvático con costas en el Caribe y el Pacífico, destaca por su diversidad paisajística y su increíble naturaleza virgen. Tan solo cuenta con 51.000 kilómetros cuadrados, y en ellos se puede encontrar sol, playas, aventura, naturaleza y cultura, los componentes necesarios para satisfacer los gustos de los pocos que fletan un yate en Costa Rica.

Las islas Galápagos son un pequeño conjunto de islas ubicadas a lo largo de la línea ecuatorial del Océano Pacífico que forma parte de Ecuador. Ecuador ha hecho todo lo posible para conservar este pedacito de tiempo en una botella, y los pocos privilegiados que llegan a experimentar la abundancia de las islas nunca olvidan los momentos que pasaron allí. El fletamento de un yate en Galápagos está reservado para los aventureros y auténticos experimentadores.

Situado entre las densas selvas de América Central y el azul claro del mar Caribe, Belice es un paraíso natural que está esperando para ser explorado. Aunque es la nación más joven de América Central, sus paisajes son espectaculares y cubren todas las épocas, desde las milenarias ruinas mayas hasta los preciosos arrecifes de coral que nacen en sus costas, Belice es uno de los destinos caribeños más excitantes para visitar a día de hoy.

Los impresionantes fiordos y glaciares de la Patagonia chilena se aprecian mejor en yate. Vasta, exótica, salvaje e infinita en su belleza. Así describieron la Patagonia los exploradores que llegaron aquí hace casi 500 años. Poco ha cambiado, ya que los visitantes de hoy descubrirán una naturaleza verdaderamente virgen de montañas, fiordos, glaciares, bosques y estepas.

Hay una razón por la que la Antártida encabeza la lista de deseos de los viajeros más experimentados. Es un lugar sin igual, donde el crucero extremo y el lujo extremo se disfrutan al unísono: témpanos de hielo que transportan pingüinos y altísimos icebergs flotan mientras usted se sumerge en la bañera del spa bebiendo champán. La Antártida no es un lugar típico de crucero, pero esto es lo que la convierte en el destino ideal para visitar en superyates.