Alquiler De Yates en Cuba

La tripulación te recogerá en el aeropuerto y te llevará a tu yate en el viejo Cayo Hueso, al lado de Duval Street. Este es un buen punto de partida para tu viaje, puesto que es tropical, relajado y divertido.

Después de guardar todo tu equipaje a bordo, puedes dar un paseo por la ciudad, y no te olvides de visitar la Casa Hemingway. Aquí comienza la aventura. Hemingway amaba Cuba, y muy pronto estarás en la Finca Vigía de Papá, a las afueras de la Habana.

Escucharás el estruendo de los motores al amanecer. Puedes dormir hasta tarde y disfrutar del suave movimiento del yate o tomarte un café en la cubierta superior del yate mientras el amanecer ilumina el puerto de Cayo Hueso en su recorrido hacia el sur, hacia la Corriente del Golfo y las aguas internacionales.

En el puerto deportivo Hemingway, pasarás la aduana a la República de Cuba. Puedes darte un paseo por la ciudad y comer en un ‘’palador’’ privado con vistas a La Habana Vieja o visitar a los artistas locales y caminar por el Malecón.

Descubre una perspectiva diferente de los mejores barrios de La Habana y de las antiguas playas y clubes marítimos. Una vez recorrido el Malecón, la entrada del puerto se ve empequeñecida por la gran fortaleza que vigila la entrada a la bahía de La Habana.

Desde el puerto deportivo, los descapotables de época de los años 50 te llevarán a hacer un recorrido por la ciudad, incluyendo paradas en la Finca Vigía del Museo Hemingway, donde se encuentra su famoso barco pesquero, ‘’PILAR’’.

Dirígete al este hacia Varadero, un viaje de unas 85 millas. Disfruta de la costa montañosa y haz un bucle por el Puerto de Matanzas, que podrás visitar una vez te hayas registrado en el Puerto Deportivo Marlin de Varadero.

También puedes tomarte un cocktail en el bar de la azotea de la Mansión de la Familia Dupont, XANADU, con vistas a una playa virgen y a un campo de golf.

El jefe de buceo y guía cubano te presentará los arrecifes más vírgenes del mundo y hará que participes en algunas de las mejores pescas del Caribe.

Para los que no hayan disfrutado de suficiente cultura, Matanzas cuenta con estudios de arte que suponen una visita obligatoria. Podrás conocer a los artistas y discutir sobre el simbolismo, la política y, en ciertos casos, la furia presente en sus obras.

Navega hasta los cayos locales y explora las bahías costeras o dirígete al interior para visitar una granja de tabaco y descubrir cómo se fabrican los puros cubanos. Podrás conocer a algunos agricultores y disfrutar de una comida en una casa de campo. Si lo prefieres, puedes volver a visitar La Habana al volver a Cayo Hueso.

Relájate en el pasaje de vuelta a Cayo Hueso y empieza a planear tu siguiente crucero a la Costa Sur de Cuba, comenzando en Cienfuegos.